¿QUÉ TE HACE YOGI?
El yoga tiene una tradición de más de 5 mil años. Con el paso del tiempo ese conocimiento ancestral se ha ido comercializando, re empaquetando y haciéndolo más digerible para un público occidental. Pero sus raíces son las encargadas de mantenerlo fuerte. Por eso es que aunque estemos en el 2022 y viviendo una vida moderna en occidente debemos de estar al tanto del origen de la práctica que estamos cultivando.
El yoga es una ciencia que tiene un trasfondo cultural y para algunas personas es también una práctica espiritual.
La decisión de asumirlo como parte de una creencia espiritual está en el practicante y no es una obligación. El yoga no es una religión aunque sí forma parte de varias religiones.
Así que ser un yogi tiene diferentes significados dependiendo desde donde se asume la práctica. Para empezar yogi es masculino y yogini es femenino. Hay mucha más mención de yogis que de yoginis porque patriarcado. Por eso es que “yogi” es más conocido y occidente lo usa para nombrar a cualquier persona que practica yoga.
En el hinduismo yogi es uno de los nombres para Krishna quien es considerado el maestro supremo. Para los seguidores de Vishnu ser un yogi o yogini es alguien que sigue el sistema yógico de los textos sagrados para alcanzar la realización del alma y finalmente unirse a la consciencia suprema.
Para los seguidores de Shiva ser un yogi/yogini significa que la persona tiene poderes yóguicos que le permiten asumir diferentes cuerpos porque ha logrado conquistar todos sus sentidos y por ende tiene la facilidad de diferenciar entre lo objetivo y subjetivo. Un yogi/yogini es alguien que se ha liberado de experimentar la felicidad extrema así como la tristeza profunda porque entiende que habita un cuerpo físico y su camino es el yoga y su meta es el cosmos.
En la literatura sánscrita llamada Purana definen a un yogi/yogini como alguien que vive en celibato y desapego. Es alguien no violento, que nunca miente y nunca roba y que además ha renunciado a la vida en sociedad. Es una persona que estudió bajo un gurú y que el gurú luego nombró como yogi/yogini porque ya alcanzó un nivel más alto de consciencia. Estas son las personas que meditan bajo árboles durante años hasta alcanzar la iluminación.
En el hinduismo la palabra yogi o yogini se usa solo para los practicantes más antiguos, disciplinados y avanzados. Y cuando digo avanzados no se refiere a los más fuertes y flexibles sino a quienes han logrado establecer una conexión profunda con la consciencia suprema. Se dice que para ser yogi o yogini a veces toca pasar por muchas vidas.
Ir a clase de yoga una, dos o hasta tres veces a la semana no te hace un yogi/yogini. Es más, ni siquiera puedes llamar yogini a tu maestra de yoga.
No podemos tomar un nombre tan valioso y sagrado para una cultura y usarlo a la ligera para asumir una identidad que sirve para acariciarnos el ego.
Toca re evaluar la manera en la que nos identificamos, revisar las razones por las cuales vamos a clases de yoga y con humildad aceptar que somos estudiantes, que en realidad estamos muy lejos de conquistar nuestros sentidos o de habitar la consciencia suprema.
Ubícate, somos practicantes.
Referencias:
https://isha.sadhguru.org/yoga/yoga-articles-hatha-yoga-asanas/what-does-it-mean-to-be-a-yogi/