DOS DÍAS EN UN PARAÍSO AYURVÉDICO
Llevo dos días aquí. Han sido días muy agradables, llenos de sol, frutas, insectos, masajes, aceites y yoga. Estoy aprendiendo a sentirme bien tanto por dentro como por fuera. Esto es algo que me ha costado antes, porque aunque me sienta bien dentro de mi burbuja, al mismo tiempo me siento culpable, pues sé que en el mundo hay genocidio, calentamiento global y mucha desigualdad. Pero algo que el maestro de yoga de aquí me ha enseñado es que si estoy bien, puedo transmitir mi energía para que la sociedad esté mejor, y si la sociedad está bien, el planeta también lo está.
A veces siento que cargo con todas las desgracias del mundo sobre mis hombros. Quiero priorizar al colectivo sobre el individualismo, pero también se requiere un equilibrio. Esa es mi búsqueda ahora. Ya entendí que no puedo estar bien si el colectivo no está bien, pero también es responsabilidad mía estar bien para seguir promoviendo el bienestar en el colectivo.
En estos días he tenido tratamientos de abhyanga, potli y nasyam. Me levanto a las 6:00 am, me baño y voy a la clase de yoga. Luego me dan desayuno, que casi siempre consiste en frutas, huevo ya sea duro o en omelet, y una mezcla de almendras y coco con harina de trigo. Es un poco insípido, pero se debe comer con plátano para completar el sabor. Sabe muy bien.
Después del desayuno tengo dos horas libres para hacer la digestión. Son horas en las que escribo, leo o utilizo para planificar un proyecto que estoy por sacar. A veces salimos a caminar por la selva.
Luego tenemos que ir con la doctora que nos toma la presión y el azúcar. Esto lo hacen todos los días. Después nos mandan al primer tratamiento del día que es abhyanga y potli. Los tratamientos que recibo son distintos a los que recibe mi pareja porque tenemos constituciones distintas, por lo tanto, las necesidades son diferentes. Su tratamiento se enfoca más en rejuvenecer y en encender un poco más el fuego digestivo, mientras que los míos se enfocan en bajar la inflamación y tranquilizar la mente. Así que el aceite y las hierbas que utilizan en el abhyanga y potli son diferentes para ambos.
Después de eso tenemos otra hora libre hasta la hora del almuerzo. La comida ha sido deliciosa. Nos dan un montón de vegetales y lentejas. Un día hubo pescado y otro pollo. Todo lo que nos dan va de acuerdo a nuestros doshas.
Después del almuerzo hay otra hora libre y después el siguiente tratamiento que para mí ha sido nasyam y la aplicación de una pasta medicinal en los músculos del cuello, específicamente el esternocleidomastoideo.
Para el nasyam primero me hacen respirar sobre una olla con agua caliente para que el vapor me entre por la nariz y luego me acuestan y masajean la nariz. Me echan dos o tres gotitas de aceite medicado y vuelven a masajearme la nariz. Después me piden que inhale por la nariz y exhale por la boca un rato.
Mientras tanto me aplican la pasta y me dejan un rato esperando a que se seque. En ese tiempo me duermo un poco. Luego entran a limpiarme la pasta y me dan un té para terminar con el tratamiento del día.
Después de eso tengo un par de horas libres y a las 4:30 pm me dan un masala chai y una merienda. El primer día fue una especie de panqueque de arroz y el segundo día fue un pastelito de lentejas. Pero no era dulce ni muy salado. Sabía a pura lenteja con un toque picante de fondo. Muy raro.
Luego hay más horas libres que hemos utilizado para ir a nadar a la piscina. Suena más romántico decir que vamos al río, pero no podemos nadar ahí. Nos dijeron que hay serpientes. Pero sí podemos coger un kayak y dar un paseo. Aún no lo hemos hecho, pero está en mi lista de cosas que quiero hacer aquí.
Estoy aprendiendo mucho. Estoy contenta.